El “Blanding” es un término que ha surgido recientemente. “Bland” significa “falto de carácter”, “sin persona- lidad”, es decir ¡SOSO!
¿Eres soso? ¿Para todos tus logotipos utilizas única y exclusivamente una tipografía Sans-Serif? ¿Haces como que la modificas con el kerning y el tracking? ¿Solo usas colores pastel como el coral y el turquesa? ¿Lo defines como disruptivo y moderno?
Si tu respuesta es “Sí”, tengo el diagnóstico, y es que eres un “Blander” y un soso. La receta que te voy a dar no se consigue en una farmacia, ni en la deep-web. Se consigue al final de este artículo.
Cómo huir del blanding sin dejar rastro
El blanding, como su propio nombre indica, es la sosez personificada. En este gran mundo tecnológico hiperconectado, muchos y muchas son “diseñadores” pero la realidad es obvia y el plumero se ve siempre.
Hay una tendencia a despersonalizar a las marcas que al parecer está en auge. Queda bonito, fin. Ese es el razonamiento: “ya tenemos otro logo en Pinterest que podemos guardar en la carpeta de -Todos iguales-”
Si todos los logotipos usaran la helvética (por muy perfecta que sea) no serviría de nada. Qué más te daría ir al Telepizza que al Domino´s, usar Nike o Adidas. Lo mismo está pasando con infinidad de marcas que asumen que eso es lo válido y lo moderno porque es lo que ven por ahí. Pero hay que saber arriesgar, mantener la perspectiva y sobre todo la identidad del propio negocio.
No me meto con las sans-serif, por la cuales siento predilección, me meto con usarlas sin sentido, sin ton ni son cuando no corresponde. No seamos como el gif del niño rubio delante del ordenador subiendo el pulgar. Cuatro clics y ya tenemos tipografía para el logo. Analicemos y pensemos qué es lo que mejor puede funcionar.
Y lo prometido es deuda, aquí te dejo la receta Antiblanding.
Lee, mira, analiza, ten ojo crítico, infórmate y sobre todo… piensa.
De nada, te recuperarás, si quieres.